viernes, 21 de noviembre de 2008
Presencia
Así sea para encontrarme en rutas, mucho menos veloces que los cuantos renglones que me han dejado venir hasta aquí, para contarte que aún estás viva...
que no se me olvido tu cumpleaños, que aun guardo tu regalo desde hace 2 años...
y que no hay día que no piense en ti...
Por que sin tu presencia...
Nada vuelve a ser igual...
domingo, 28 de septiembre de 2008
Sin tu latido...
Dime.. que haré con todos mis recuerdos?
Como olvidar que sigues tan dentro...
Dime que debo hacer, en los minutos cuando te pienso?
como arrancar de mis labios, el origen de tus besos.
Dime como renuncio a devorar nuestros cuerpos?
Enseñame a olvidar... este vacío oscuro que tengo.
Y llévame donde mueren los sueños...
solo te pido una cosa... llévame de tu mano...
despacio.. y en silencio.
Sigue lloviendo... y cada gota de lluvia
siempre empapará mis pensamientos de ti....
domingo, 21 de septiembre de 2008
Nostalgía
La tarde que nos conocimos llevaba la ventaja de conocerte, y tú no sabías quien era yo. Al vernos sonreíste como aprendiste a hacerlo desde ese día, y sin darme cuenta, me enamoré de ti esa misma tarde, bajo una luz azulada y con el aroma de tu cabello flotando a mi alrededor.
Así con tu voz aprendí que el mundo también tiene colores y que los anhelos se cumplen cuando uno menos lo imagina. En mi memoria quedan las historias que te conté mientras caminábamos por una calle oscura. Descubrí contigo que no era necesario soñar, pues las cosas soñaban con tu sola presencia.
Me alegré por ti la tarde que dijiste que debías partir, me di cuenta que las oportunidades no se desperdician pese al corazón. Y me despedí de ti con un beso en la mejilla. Un beso del que conservo un amargo sabor, y que contrasta con el primer beso que te di caminando cerca de tu casa.
En las noches puedo dormir después de verte en mis recuerdos, pero no puedo soñar… la oscuridad y la lluvia me recuerda que me haces falta a cada momento…
Simplemente es imposible dejar de pensar en ti…
domingo, 27 de julio de 2008
Tiempo de tí...
Últimamente me siento atrapado en una burbuja, como si a través de sus delgadas paredes pudiese observar y percibir el mundo, pero sin llegar a formar parte de él. Es curiosa esa sensación. Los días van transcurriendo con la cadencia de siempre, dejando tras ellos una larga estela de recuerdos y personas que ase alejan para no regresar.
El tiempo es tan extenso y nuestra vida tan breve. Como humanos siempre vivimos atados a nuestras percepciones erradas y en base a ellas pretendemos interpretar todo lo que nos rodea. Como si viviéramos propensos a cometer los mismos errores, dando vueltas en un círculo de sucesos que parecen interminables, pero que terminan siendo los mismos.
Esta tarde, mientras contemplo el mundo desde mi burbuja, me doy cuenta de que mi vida se extingue inexorablemente. No es un gran descubrimiento, eso lo sé… Un día ya no estaré aquí, y el tiempo continuará su ruta diáfana e inquebrantable al lado del infinito, pero ya no me será posible apreciarla.
La impresión de estar viviendo en un tiempo inanimado regresa una y otra vez. De haber congelado cada atardecer en la memoria y vivir en un perpetuo recuerdo. Hace mucho aprendí a distinguir el rostro de quienes alejan las luces a su paso, de las personas que deambulan por el mundo con una voz triste y apagada. Hoy me siento así y creo reconocerme en cada una de esas personas. Me es difícil aceptarlo.
En mi piel se ha quedado grabado el calor intenso de una comunidad llena de decadencias, con cada paso me parece llevar la miseria de las calles sobre los hombros. A veces creo que no podré escapar a todas las pesadillas que no me dejan dormir y que van menguando mi capacidad de reconocer el presente.
Hace días que vivo de los pequeños fragmentos que tú dejaste, que me otorga un mundo distante, de las letras que viajan desde muy lejos para sentir que me sigues escuchando, de la perpetua soledad del desierto que hoy habita en mí, y es que en medio de la nada, es muy sencillo pensar en la inmensidad de tus ojos, aunque no sepa nada de ti.
Los pensamientos se convierten a veces en una puerta que muestra el mundo entero. Por ellos desfilan imágenes, que por ser cotidianas, pasan desapercibidas, pero he aprendido a distinguirlas. Hoy vi por una de esas puertas a dos amigos. Los veía de pie, hablándose en secreto, avivando en sus ojos el fuego del silencio, dejándose arder en las burbujas del ocaso. Los vi abrazándose con una suave cadencia, y me pareció escuchar sus voces, sus risas, el encanto de las interrogantes que debían tener sus corazones. Imaginé las ocasiones en las que pasaban noches enteras platicando a la distancia, para al siguiente día celebrar su llegada al tecnológico con una mirada y un beso. Como si aquel fuese un lenguaje inédito y misterioso, una historia que solo los dos conocían.
Los vi esa tarde, mientras sostenían una charla que era importante. Una conversación secreta brotaba de sus labios, y en sus oídos se convertía en canción. Él la observaba hipnotizado por su belleza, y sumiendo a las personas en el vértigo de su dulce compañía. El amor que él sentía por ella era un misterio para los demás, pero para ella lo era todo.
Así vi a los amigos frente a esa puerta, junto a los autos y a los peatones de una calle perdida en la inmensa ciudad con nombre de persona. Totalmente ajenos a lo que pasa alrededor. Viviendo sin saber que los observaba, esta vez, a través del tiempo y la distancia…
Realmente nunca dejé de pensar en ti. Nunca he sido de las personas que hablan demasiado, pero ahora que ya no estás, siento la necesidad de contarte todo aquello que nunca te dije. He recorrido tantos cuerpos y tantos labios buscando una razón para sacarte de mi mente solo para descubrir que quiero estar contigo.
No sé si algún día vuelva a verte. Pero siempre estarán mis recuerdos para llegar a ti a través de los rastros de una promesa que se pierde conforme pasan los días.
Donde quiera que estés… Espero te encuentres Bien Ojos.
viernes, 13 de junio de 2008
viernes, 2 de mayo de 2008
Duda
acuden las imágenes borrosas;
de un amor que entre llamas fallece,
y de aquél que florece entre hielos.
Aquí, agobiado por ese mal sueño,
asediado por este silencio...
está ella, que me habla de un viejo futuro,
y estás tú, que me cuentas de un pasado nuevo.
Aquí, con mis dudas y lleno de miedos,
amanece y aún no decido;
si helarme en su frío verano,
o quemarme en tu cálido invierno.
domingo, 27 de abril de 2008
Riesgo
Me miras a los ojos tratando de encontrar la siguiente emoción que te de garantía de continuidad, pero el bar lleno de gente y la música no ayudan. Te acercas a mí, me susurras al oído algo que mi mente no entiende pero que mi cuerpo descifra al instante. Te detienes en mi cuello, lo rozas suavemente con tus labios mientras me abrazas de una manera en la que no puedo corresponderte. Sabes que no soy tu mejor opción, pero aún así no te importa.
La noche llega a su punto más oscuro. Los días contigo se han convertido en una incertidumbre visible en cada beso. Conoces de principio a fin las razones por las que no deberías involucrarte, pero la manera en que me miras demuestra lo convencida que estás de aceptar el riesgo. Enlazas los dedos de tus manos a los míos, y esperas que antes de que la música se detenga y el silencio abunde entre los dos, decida dar el siguiente paso.
Pero no puedo ofrecerte algo más allá de un placer escaso de sentimientos. Nos conocimos de una manera tan poco usual que ahora nos hemos perdido tratando de construir un puente entre nuestros cuerpos y la razón, porque no hay conciencia alguna que permita alejarme de esta necesidad de besar en cada oscuro rincón de tu cuerpo.
Es demasiado tarde para evitarlo… para ti, para mí, para ambos.
viernes, 18 de abril de 2008
Labios Sugestivos... (2)
Pero los años que habían pasado enamorado de Claribel me tenían preparado para cualquier cosa, así que por un instante recordé la mariposa y sin darme cuenta una sonrisa se formo en mi rostro. Karla no sabía realmente lo que estaba pasando. Los dedos de sus pies iban y venían tratando de liberar la desesperación que sentía, mientras a mi llegaba una extraña sensación de conocer exactamente lo que ocurriría después de que inmortalizara el cuerpo de karla sobre el papel.
Dibujarla era muy parecido a lo que siempre quise hacer con la mujer que aun aparece cada noche en mis sueños. Solo que esta ves ocurría con una persona a la que no esperaba, y a la que habían dejado de atraerle los hombres. Esa noche aprendí que la vida nunca te da las cosas como las quieres… si no como las necesitas. Trazar cada línea de su delgado cuerpo y disfrutar la suavidad de cada curva alrededor de su cadera y pechos desahogaba un poco el deseo de estar con ella…
La cesión duro alrededor de dos horas. Aún dos meses después, recuerdo esa noche como si hubieran pasado unos minutos y sé que esa sensación perdurara a través de los años, por que nada me tenía preparado para lo que ocurrió un instante después de que se levanto del sillón, se acercó a mi y se vio así misma sobre papel de la manera que yo lo había hecho desde la primera vez que la había conocido…
lunes, 7 de abril de 2008
Mientras te espero...
Karen:
Sigo aquí… escondido tras los segundos de espera que enciende el deseo. El esperarte hace del tiempo un círculo vicioso.
Espero el momento en que mis brazos te complementen, y en que colmes los espacios vacíos de mi cuerpo, anhelo sentir de nuevo el calor de tus piernas en el sabor de mis labios.
Te espero recordando las imágenes que dejaste en todos mis rincones… con la piel erizada por las caricias que traerás, tus besos en mis labios, tus dedos alrededor de mi espalda, nuestros cuerpos acomodándose entre sábanas revueltas y desplazándome lentamente en tu interior.
Te espero en mis errores y en mis aciertos, te espero a la vuelta de una sonrisa y al otro lado de mis ojos…
Te espero, te anhelo, desespero….
miércoles, 2 de abril de 2008
Labios Sugestivos... (1)
Con alguien más, hubiera sido sencillo fingir ser otra persona. Pero Karla era la clase de mujer que evitas mirar directamente a los ojos. Tenía la habilidad de indagar en tu subconsciente para descubrir cada íntimo secreto, mimetizarlo y utilizarlo en tu contra para su propio beneficio. Desde la primera vez que hablé con ella supe que no era como todas, al menos las que había conocido hasta ese momento. Convertía cada conversación en una encrucijada de frustraciones debido a la facilidad que tenía para predecir mi siguiente paso, y en ocasiones cuando ella más disfrutaba de manipular cada oscuro secreto que descubría y deleitarse con mis múltiples reacciones, yo comenzaba a desearla. Era muy sencillo ser Leymon al estar con ella, parecía como si me hubiera conocido desde siempre.
Pero no tenía ninguna oportunidad. La atracción que Karla sentía por otras mujeres y la poca dualidad que aun quedaba de sus instintos la dejaba fuera de mi alcance.
Aún así, poseía el par de labios mas sugestivos que jamás hubiera conocido… La deseaba, moría por ella. Adoraba las líneas que se formaban en sus mejillas cada vez que sonreía, el color almendrado de sus grandes ojos, y la forma en que fruncía su delgada nariz cuando algo no le parecía.
Salimos durante un mes, pero el día que el deseo fulminaba mis entrañas, me di cuenta que la única oportunidad que tenia para estar con ella, era por medio del mismo pretexto por el que la había conocido. Tenía que dibujarla…
La noche que cedió a mi petición de dejarse dibujar lucía más hermosa que nunca. Comenzaba a oscurecer cuando tocó a la puerta del departamento. El color rojizo de su cabello que caía sobre sus hombros resaltaba la blancura de su rostro mientras que un pequeño esbozo de sonrisa me decía que esa noche iba a ser divertida. Le ofrecí una cerveza, charlamos un poco, y después le indique la manera en que debía acomodarse sobre el sofá, y lentamente comenzó a desnudarse a la armonía de una oscuridad creciente y el sonido de coldplay. El color de su piel contrastaba con el negro del sofá que a su vez destacaba el fulgor que brotaba de entre sus ojos. Su cabello descendía a través de la eternidad de su cuello mientras que sus piernas yacían extendidas. Frente a ella, contemplando su desnudez, sin decir palabra alguna, consiente que era mi única oportunidad tome el carboncillo, lo coloqué sobre el fabriano, y comencé a dibujar.
Ella sonreía, creyendo que el deseo que sentía por ella haría imposible que pudiera dibujarla. Pero no era la primera vez que lo hacia con una mujer que me enloqueciera. Estaba seguro de que podía hacerlo a pesar del calor que emanaba por cada parte de mi cuerpo.
Cuando Karla se dio cuenta que las cosas no sucedían como las había pensado, la sonrisa de su rostro cambió por un gesto de duda que fijaba totalmente su mirada sobre mí. Era la primera vez que perdía el control, se veía nerviosa, su respiración acelerada se notaba a través de su vientre, mientras sus piernas comenzaban a moverse…
domingo, 9 de marzo de 2008
Todo es Eventual
Mientras su mente lo transportaba 13 años atrás, cuando leyó por primera vez la historia que unos años después se convertiría en el reflejo de su vida, tomo la fotografía de la mujer de ojos grandes e indefinibles, la colocó sobre el papel y comenzó a dibujar. Sabía que la lluvia jugaba un papel importante, no podía darse el lujo de dejarlo para después, tenía que terminarlo en ese instante mientras la lluvia desahogaba cada parte de humedad, para volver a vivir el último recuerdo que lo aferraba a ella.
Mientras sus manos se deslizaban sobre el papel para dar forma al bello rostro, Alejandro se sumergía en cada uno de los momentos que habían sido parte de la historia que nunca termino de escribir. Tomaba cada reflejo de dolor y alegría para plasmar en cada línea los rastros de una promesa que se había perdido conforme el tiempo había transcurrido.
El sonido de la lluvia mientras Alejandro dibujaba, reflejaba el deseo de una vida que anhelaba humedecer el dolor con unas lágrimas que nunca llegaban. Era mas sencillo hacerlo mientras llovía, así el ambiente parecía expresar el sufrimiento que no se atrevía a demostrar por miedo a las consecuencias de una personalidad que se entregaba totalmente a sus pasiones y sentimientos.
Pero la vida se encarga de demostrar la eventualidad de los momentos. Mientras el dolor de un sueño que no se cumplía llegaba a su punto de inflexión, el tiempo se encomendaba de girar la rueda hacia el inicio de la siguiente historia, donde las ilusiones dejaban de existir para dar paso a una realidad que se convertía en la base de una felicidad que dejaba de ser efímera. Así que mientras Alejandro creaba su obra maestra trazando la belleza de un rostro que representaba todo lo que había deseado, descubría que su incapacidad para cambiar ya no estaba y que la historia que había creado, por fin terminaba...
miércoles, 5 de marzo de 2008
Eco del pasado
Nada dura para siempre, y este día solo es una prueba más de que los sueños terminan…
sábado, 1 de marzo de 2008
La soledad que me rodea
Alguna vez pensé que la respuesta era el suicidio. Cuando la soledad y el dolor se mezclan para atormentar cada parte de lo que eres, tus ojos se llenan de un brillo de soledad insondable que reflejan la profunda pena de una vida que ha descubierto la cara cruel de la realidad, y descubres lo fácil que podría ser dar el siguiente paso. Te preparas para crear el epilogo de lo que hasta ese momento ha sido tu vida. Escoges el método y deseas con todo el dolor y toda la fuerza que eres capaz de reunir que todo termine. Es la primera vez que agradezco ser una persona insegura y haber dudado de mi decisión para buscar ayuda. De no ser por eso, hubiera ocurrido el 8 de octubre del año pasado.
A lo largo de estos últimos meses, he aprendido a vivir y disfrutar de estar solo. He pasado semanas enteras sin hablar con nadie buscando respuestas dentro de la soledad de mi propia existencia, solo para descubrir que siempre las he sabido.
Pocas personas han sido importantes en mi vida. La última me enseñó que soy capaz de amar a alguien desde lo más profundo de mis entrañas. El problema ocurre cuando te enamoras de una belleza que es más inestable que tú en sus emociones. Al final siempre descubres que eso tipo de mujer nunca vale la pena. El libro y todas las cartas que le escribí además de los dibujos que hice de ella están guardados debajo del closet de mi cuarto. Supongo que ahí se quedaran toda la vida por que es imposible que alguien los encuentre. Solo son un recuerdo de lo que soy capaz de sentir por alguien más.
Me preguntó que es lo que me depara el futuro. Si moriré joven, o de 95 años. Si alguna vez encuentre a la persona indicada o si seguiré solo por el resto de mi vida.
domingo, 10 de febrero de 2008
Secreto
El movimiento de tus piernas mientras descendía a través de tu cuello confirmaba lo mucho que habías esperado. Mis manos descendían a través de tu cadera eterna resbalando sobre el frio y la humedad de tu piel, para acabar ardiendo en cada uno de los oscuros rincones que íbamos tejiendo despacio, invadidos por la rabia y la urgencia pero sin necesidad de abusar de la pasión ni tener que inventarnos excusas en cada beso desesperado.
Un día antes no hubiera importando los 5 grados de las tres de la mañana. Pero ahí estábamos los dos, de pie uno frente al otro. Sonriendo, susurrando secretos que sólo los dos conocíamos. Trataba de mirar a otro lado cada vez que sentía tu voz demasiado cerca, como queriendo prolongar ese momento, tratando de disimular las ganas que tenía de besarte. Tú a veces te veías dubitativa, disponías de pocos minutos antes de regresar a tu casa. Tomabas mi mano con una delicadeza que lindaba con el dolor físico. Ambos vivimos ese instante desesperados, encerrados en una burbuja invisible que nos mantenía a miles de kilómetros de la sórdida realidad que enfrentábamos. Era mejor así, Y entonces sucedió, La velocidad de tus gestos mientras te desnudaba grababa a fuego tu rostro en mi piel…
jueves, 7 de febrero de 2008
Sólo dime en qué ciudad, en qué calle y a que hora. Sólo dime eso, para sacudirme rencores y angustias, por que no quiero llegar tarde…. Ni ir a tu encuentro sin mi mejor sonrisa.
domingo, 6 de enero de 2008
Conforme pasan los días
Hoy es una de esas tardes en las que me quedo mirando al vacio por horas. Supongo que eso sucede cuando no tienes recuerdos agradables que evocar y el presente se convierte en una larga línea de decepciones que se van eternizando conforme muere el día. Así me siento desde hace meses. Abro los ojos huyendo de las mismas pesadillas, camino evadiendo los recuerdos, camino olvidando que estoy vivo. A veces pienso que hasta cierto punto es normal. Quizás vivimos encerrados en un círculo repetitivo y no nos damos cuenta de ello hasta que es demasiado tarde. Hay quienes viven una vida llena de alegrías y hay quienes se han acostumbrado a ver el infierno antes de morir. Yo habito en el segundo grupo y sólo me siento cansado de ver las luces alejarse de mi paso.
Mis mejores recuerdos han desaparecido, como los sueños que se esfuman cuando despiertas y sabes que soñaste algo agradable, pero no sabes que era. En eso se ha convertido mi paso por un mundo que me es tan lejano… casi es irreal.
Creo que vivir rodeado de tanta soledad y miseria me esta transformando en un autentico ser humano. Este es el mundo que he creado, esto es lo último que recordaré antes de morir, de eso… estoy seguro.
jueves, 3 de enero de 2008
La calle donde vivías era el recorrido de un corazón sin esperanza. Solía ser una canción distante que traía a la memoria una serenata que nunca existió y mil motivos para sumirse en la nostalgia. Aquella era la fragancia de una despedida y yo no la pude identificar, pues se confundía con el olor de tu cabello y el murmullo de tu piel. ¿Qué tragedia había cambiado tu forma de mirar? Yo no lo sabía, tú no lo sabías, pero era diferente. Tus ojos grandes e indefinibles habían perdido su brillo. Lo que para mí significó un escape a los fantasmas que atormentaban mis sueños.
La calle cubierta por una manta invisible de calor y miseria. Aquel era el destino de todas mis historias, y no lo supe comprender hasta que fue muy tarde. Había pedazos de recuerdos de un largo beso asomando por la acera y las huellas de pasos que seguían desplegando la crueldad de una pasión inexistente. A veces reías con cada historia que inventaba, como si supieras que ese era mi único mecanismo para sentirme vivo. –No dejaré que muera en mí, el deseo de amar tus ojos dulces… - Lo prometí e intente cumplirlo. Pero después dejamos de hablarnos y pronto empezó el final de otro sueño que no se cumplía.
Hoy debo decirte que mis sueños murieron hace mucho tiempo, y que esa, es una promesa que nunca podré cumplir…
miércoles, 2 de enero de 2008
junio
¿Recuerdas esa canción que bailamos en la oscuridad a la mitad de tu sala? Yo se que sí, por que ayer la escuché y aunque han pasado años de esa noche, aún puedo sentir el calor de tu cuerpo junto al mío mientras te cantaba al oído. Y es que hay canciones que no se olvidan y sensaciones que perduran en el tiempo…
martes, 1 de enero de 2008
2
Salen caminando y ella ríe a cada paso, ríe por los dos, ríe por los que se cruzan en su camino, ríe por todos los días que paso viendo Alejandro. Llegan a su departamento y ella se siente feliz de desnudar su nostalgia, lo lleva de la mano y le explica la imagen que pasa frente a sus ojos como descubriéndole un mundo totalmente nuevo.
El corazón le pesa en el pecho y de pronto le duele cada movimiento que hace. No sabe que decir. Él también quiere sonreír junto a ella. Las palabras se diluyen como el sueño dela noche anterior, los ojos vuelven a brillar, sabe que no se puede esperar más de una vida atada a su propia monotonía. Ella intenta decir que ya se debe ir, pero algo se lo impide. Una fragancia familiarmente extraña inunda la noche.
-La melancólica de un olor indescriptible para mí- piensa Alejandro. Pero esta vez no es la melancolía, es Daniela que cierra los ojos y se deja besar. Es Alejandro besándola y dejándose llevar por los destellos aromáticos de una soledad que se aleja, mientras se desnudan el uno al otro lentamente.- La vista del cielo es hermosa desde aquí, pero esta noche no tiene estrellas.- murmura Alejandro. –lo sé.- le dice ella. –Pero aún así puedo verte y eso es suficiente.- El mundo tiene ahora un olor que sólo ellos dos perciben.