Te enviaré una carta contándote las cosas de mí que nadie sabe, cosas como que alzo mis manos para delimitar el espacio vacío de tu cuerpo entre mi sueños, para que nunca llegue el momento de cerrar el círculo.
Sonrío por que al fin puedo asumir que en cada viaje que emprendo, es mi forma de entender el mundo, sabiendo que existe la posibilidad de que al girar la esquina, algo sorprendente pueda sucedernos.
Por si no te vuelvo a ver:
No existe dia que no piense en tí...
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