Hoy es una de esas tardes en las que me quedo mirando al vacio por horas. Supongo que eso sucede cuando no tienes recuerdos agradables que evocar y el presente se convierte en una larga línea de decepciones que se van eternizando conforme muere el día. Así me siento desde hace meses. Abro los ojos huyendo de las mismas pesadillas, camino evadiendo los recuerdos, camino olvidando que estoy vivo. A veces pienso que hasta cierto punto es normal. Quizás vivimos encerrados en un círculo repetitivo y no nos damos cuenta de ello hasta que es demasiado tarde. Hay quienes viven una vida llena de alegrías y hay quienes se han acostumbrado a ver el infierno antes de morir. Yo habito en el segundo grupo y sólo me siento cansado de ver las luces alejarse de mi paso.
Mis mejores recuerdos han desaparecido, como los sueños que se esfuman cuando despiertas y sabes que soñaste algo agradable, pero no sabes que era. En eso se ha convertido mi paso por un mundo que me es tan lejano… casi es irreal.
Creo que vivir rodeado de tanta soledad y miseria me esta transformando en un autentico ser humano. Este es el mundo que he creado, esto es lo último que recordaré antes de morir, de eso… estoy seguro.