domingo, 28 de junio de 2009

A mitad de la noche...

Es difícil explicar esa sensación. Despertar todos los días preguntándote si estas en el camino correcto. De saber si los pasos que has dado hasta este momento han sido en busca de tus sueños, o si te están sumergiendo en una oscuridad en la cual, si sigues avanzando, difícilmente podrás dar marcha atrás.

Conforme pasa el tiempo, distintas personas van y vienen en nuestras vidas, y a través de los años descubres que son contadas las que llegan para siempre quedarse. Aprendes a distinguir la importancia de la sinceridad entre un mundo lleno de falsedades. Y es que, viendo cómo transcurre tu vida sentado desde la primera fila, no te queda otra opción, que confiar en quien tiene el suficiente valor de acercarse para tratar de entenderte.

“El tiempo no pasa en vano”, una de las frases favoritas de mi abuela comienza a tomar sentido a mitad de la noche, sentado frente a la ventana observando una lluvia que tardará varias horas en desvanecerse. De la misma manera, la realidad comienza a desvanecerse dejando una estela de emociones y sueños apenas percibidos, que dan un tinte de nostalgia a un jueves que había dejado de tener sentido hasta este instante en que apareces entre mis pensamientos.

No conozco otro camino Lorena,

Que aquel que me lleva a recorrer la humedad de tus labios, y la oscuridad de tu cuerpo…

No hay comentarios: